viernes, 14 de noviembre de 2008

Discurso del Embajador alemán

A continuación se transcriben las palabras del Excelentisimo Señor Embajador de la República Federal de Alemania, Sr. George Clemens Dick, en el marco de la bienvenida a los asistentes al IV Alumnitreffen.

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Distinguidos Señores ex becarios,
Muy distinguidas Damas y Caballeros,
Queridos amigos:


La IV Reunión de Egresados se celebra en conmemoración al Dr. Rolf Becker Becker, quien nos dejó a principios de este año. Muchos de Uds lo conocieron y apreciaron personalmente. El Dr. Rolf Becker Becker fue el motor y el alma dela labor de los ex becarios del Servicio Alemán de Intercambio Académico DAAD.

Incluso luego de haber finalizado su tesis doctoral en la Universidad de Karlsruhe siguió vinculándose muy estrechamente con Alemania – entre otros como miembro de la Junta Directiva del Colegio Humboldt y como asesor jurídico de la Cámara Venezolano-Alemana de Comercio e Industria CAVENAL. Con él, el diálogo científico entre Venezuela y Alemania ha perdido un importante voto.

Hoy quisiera aprovechar esta oportunidad para saludar muy cordialmente a su familia. A mi amigo y colega, Dr. Erik Becker Becker; la espeosa del Dr. Rolf Becker, Karin y sus hijas Claudia e Yvonne, estarán con nosotros por la tarde.

Queridos invitados:

Actualmente, estoy viviendo en Venezuela un momento intenso de experimentación social. Los principios sociales están siendo cuestionados. El objetivo de la política consiste en abrir la sociedad para aquellos, quienes hasta ahora no han participado del desarrollo económico y social del país. Si el término “exclusión” es apropiado en cada acaso o no, depende también del punto de vista político. No todo aquel que se siente excluido es realmente impedido por terceros a participar. Algunos se ponen obstáculos a sí mismos.

Las aspiraciones del experimento social en la Venezuela de hoy en día me recuerdan a la época de los años 60 y 70 en Alemania. En aquel entonces el número de universidades se incrementó bruscamente; los estudiantes exigían democratización de las universidades y un mejor acceso de los hijos de los obreros a una educación superior. Algunos de Uds. vivieron esta interesante época en Alemania. Allí pudieron observar el intento de romper con las estructuras por décadas inamovibles. Supongo que una motivación similar es la que estimula los cambios que ha experimentado la universidad en Venezuela en estos últimos años y los que han de venir.

El experimento tuvo éxito en muchas partes de Alemania, en otra partes fracasó. Así son las cosas. Es parte de la lógica interna de la experimentación.

Muchos de Uds, mis Damas y Caballeros, probablemente la mayoría, han estudiando ciencias naturales o se han graduado de ingenieros. A lo largo de su trabajo han podido conocer el valor de la experimentación. Se trata – sin profundizar en los detalles de la teoría de la ciencia- de encontrar un método de ensayo mediante el cual se intentan obstinadamente falsificar su propia tesis. Continúan intentándolo, mediante el cambio de variables y la exclusión de factores externos, hasta que su tesis sea refutada o resista a todos los modelos opuestos.

Si la tesis a sido refutada y sus ganas de continuar experimentando aún no le han abandonado, entonces formula una nueva tesis y continúa. Este tipo de experimentos requiere tener resistencia así como una cierta medida de sana terquedad.

Una tipología parecida es válida también para el experimento social. Si la política está enfocada hacia un objetivo social, esta debe encontrar una vía que le permita logar su objetivo. Si también la experimentación de esta vía demuestra ser refutable, la política deberá también estar dispuesta a cambiar su premisa – e intentar algo nuevo. Algunas veces esto puede llegar tan lejos que incluso sea necesario adaptar los objetivos.

Es muy fácil tropezar en esta vía de la experimentación. Así también sucedió con las universidades en Alemania. Pero era realmente necesario transitar por esta vía, tal como lo hemos visto en los últimos años. De no haberse abierto nuevas universidades, Alemania hubiera quedado realmente mal parada en este siglo de lo que en alemán se denomina “Wissensgesellschaften”- sociedades del conocimiento.

Tanto en Alemania como en Venezuela aún no se han agitado el potencial de jóvenes talentosos provenientes de los estratos más humildes. La educación superior abre un futuro personal- y al mismo tiempo prepara la patria para ser parte de una sociedad mundial del conocimiento.

Sin embargo, no es suficiente que una educación lleve la etiqueta de “educación superior”. La educación debe también canjear la promesa vinculada a esta etiqueta. Debemos proporcionarles a los jóvenes una educación de primera calidad. Esto es determinante. No es posible disminuir los estándares de calidad desarrollados para la educación universitaria sin que ello tenga consecuencias. Solo con calidad logramos ofrecerles a los graduados una amplia gama de profesiones.

Estoy convencido que Ustedes, Damas y Caballeros, basados en su propia experiencia, comparten conmigo la apreciación de que solo con calidad Alemania continuará siendo atractiva para los estudiantes extranjeros.

Frecuentemente, los graduados se convierten en importantes dirigentes en sus sociedades. Graduados como Ustedes. Ustedes son los frutos que cosechan Alemania y Venezuela con el intercambio estudiantil y la cooperación universitaria. Así es desde hace décadas.

Deseo que también en el futuro nuestros países continúen implementando este intercambio con éxito, continúen comprometidos con la experimentación y la calidad.

A Ustedes, mis Damas y Caballeros, les deseo un día lleno de encuentros emocionantes así como un debate productivo.


(aplausos)